En la cabaña

En la cabaña

by March 23, 2012

El verano estaba por concluir, por lo que como era costumbre, la última semana de vacaciones, mi mamá y yo nos íbamos a unas cabañas a pasar la última semana juntas, para llegar con la pila al 100 al inicio del ciclo escolar, esta vez era distinto, porque acorde con mi mamá de que nos acompañará Mario, y pues aunque no de tan buena gana al final accedió.

Los primeros días pasaron tranquilos, Mario andaba muy ameno platicaba con mi mamá y bromeaban, él estaba en su plan de caerle bien a la suegra, yo estaba bien, en momentos cuando mi mamá no ponía atención el pasaba y me rosaba el trasero, los pechos, o me pegaba arrimones, y me daba una sonrisa picara la cual yo respondía con otra, aunque aun no lo hacíamos  ya estábamos apunto. El segundo día por la tarde nos fuimos a las albercas, mi mamá no quiso ir así que Mario y yo fuimos solos, yo estrene mi bikini, como dije antes la verdad tengo un muy rico cuerpo, y Mario pensaba igual pues no dejaba de abrazarme por la cintura, besarme los hombros y pegarme a él. Mientras nadábamos empezamos a jugar en la alberca había algo de gente, no mucha, pero nosotros estábamos en lo nuestro, al jugar con la pelota yo la abrace y lo hice venir por ella a quitármela en el forcejeo quede de espaldas a él y sentí su miembro erecto como se clavo por debajo de mi trasero al alzarme, literalmente me senté en el suspire al sentirlo, y él lo noto, y me dijo al oído así me tienes ya ábreme tú cofrecito, yo aun en ese momento tenía miedo por lo que me despegaba de apocas, aunque mi interior ardía. Obvio se nos olvido la pelota y nos aislamos un poco en la alberca y comenzamos a besarnos, arrejuntarnos el me acariciaba sobre el calzón del bikini mientras jalaba mi mano para que lo acariciará a lo cual accedí, y por primera vez sentía lo que era tener un miembro en mis manos, en aquel momento yo lo sentía enorme, era el primero que agarraba en mi vida, el solo hecho de imaginármelo dentro de mi me hacia temblar, me asustaba pero también me incitaba a continuar, y tome valor, por lo que le pedí que nos separáramos de la alberca, el asintió.

Nos salimos de la alberca, me amarre a la cintura la toalla, lo que realzo mi busto y marco mi trasero, lo note al ver como me vio y como su miembro se movia en el short al palpitar caliente, me tomo de la cintura y de la mano y me impulso, casi haciéndome correr, yo pensaba este a de creer que me arrepiento y se queda sin su ordeñada. Nos colamos a la parte de atrás de las cabañas, por las caballerizas había un cuarto que se veía solo, ahí nos fundimos en un apasionado beso, yo estaba que  me derretía poco a poco con sus besos mientras sus manos se aventuraban a desabrocharme el brassier del bikini, yo lo detuve diciéndole a que esperar entrar, el abrió la puerta con una mano mientras con la otra me tocaba las tetas. Ya adentro, al intentar entrar a sus shorts el vio mis intenciones  y de un solo tirón los voto dejando entrever su jugoso bate, aunque un tanto delgado era algo largo de 18 cm. Comenzamos a masturbarnos mutuamente yo sentía sus dedos en mi clítoris y me retorcía de placer, un montón de sensaciones invadían mi cuerpo, yo le hacia una paja mientras el balbuceaba, hablaba y hablaba a veces sin entrelazar las palabras pero sin dejar de masturbarme, de vez en cuando se me escapaban gemidos y ambos teníamos la respiración muy agitada, en eso sentí como se abalanzo a mi, me estremecí y le dije No, no me la metas, aunque estaba muy caliente aun tenía miedo de la primera penetración, la cual me decían era muy dolorosa, Mario hizo un gesto y de principio acepto, aunque comenzó a masturbarme con su tubo, yo estaba excitada, debes en cuando tomaba su miembro y me lo restregaba en la vagina aumentando mi excitación, el probaba suerte alzándome una pierna intentando ver si cedia a la penetración, pero yo ponía dura la pierna y el desistía, hasta su siguiente intento. Creo que intento cuatro veces, mi excitación aumentaba ante cada roce, me levanto la pierna derecha, y al notar que no la puse dura,  me levantó la otra, yo coloque mi talón apoyándolo en su cintura, y tal cual como si lanzara una llave para abrir el candado, el comenzó a introducirse lentamente.

Sentí como carbón hirviendo dentro de mí yo llore de dolor pero el continuaba presionado sentia que me partían en dos, como si algo se rompía dentro de mi, ya adentro se detuvo, yo respiraba fuertemente, tenía mis ojos cerrados el dolor era intenso, yo sabía que él no era virgen, tampoco tenía mucha experiencia, pero ya sabia como trabajar en el asunto, por lo que empezó a bombear, el dolor era intenso pero poco apoco empecé a dejar de sentir dolor, ya no era dolor era placer un placer intenso. Abrí los ojos y vi su cara, tenia un rostro de placer, escuchaba como jadiaba, mientras mi respiración se aceleraba más y mas, con cada jadeo aumentaba la velocidad de su embestida cada vez con más fuerza, yo y estaba al 1000, yo le pedía más más no pares, en eso sentí como se comenzó a inchar su tubo, como palpitaba, respire profundo y me vino una sensación indescriptible, mi corazón se aceleraba, sentía como se me partía el pecho, me estaba viniendo un orgasmo, él al sentirlo,  comenzó a venirse intento salirse, yo lo apreté, y me lleno esa explosión de leche dentro de mí, yo estaba tumbada, casi desmayada y escurriendo ya no podía mas ni moverme podía, él estaba encima de mí, ahí nos quedamos acostados unos instantes, nos levantamos y nos cambiamos.

Recorrimos el sendero a la cabaña lentamente, el me llevaba casi cargada, me temblaban las piernas no podía caminar, yo lo veía idiotizada, no sabia si estaba enamorada de él o de lo que me hizo sentir, me emocionaba saber que aun quedaban un par de días mas, y que ahí estaría ese cuarto esperándonos para continuar con nuestra aventura…. Aunque esa es otra historia….