Era un día caluroso, recuerdo que la ultima clase era de matemáticas, como a todos a los que no nos gusta esta materia se no hacia tediosa y por demás aburridísima, el maestro un viejito de unos 60 años intentaba explicar el tema a pesar del sudor que le escurría por la cabeza ya sin cabello, yo sentía como la ropa se me pegaba en la piel, la falda tableada típica de las secundarias se me adhería a las piernas y la blusa de notaba mis pequeños y redondos pechos, por debajo los calzoncitos blancos de lycra se me ajustaban y metían entre las nalgas y el bello de mi puchita se abultaba, sentada no hacia ni por despegármelos pero abría las piernas para haber si entraba un poco de aire fresco que era escaso en el aula de clases, en eso note como un compañero que no era el mas guapo ni el mas feo volteaba para verme las piernas y tal vez si tenia buena vista ver la prenda blanca que portaba debajo de la falda, mi reacción no fue cerrar las piernas como lo hubiera echo cualquier otra chica, si no lo contrario abrí un poco mas y sonreí al ver que mi admirador volteaba rápidamente la mirada demostrando la ingenuidad del mismo.
Estaba ansiosa por que terminara la clase, el calor era avasallante y esto provocaba que no entendiera nada del ejercicio algebraico del día y me desesperaba por salir escuchando el timbre que ponía fin a la jornada escolar.
Y fue como a las 13:10 termino la clase, el ruido empezó a ser evidente en todos los salones de la escuela, recogí mis útiles y los metí uno a uno a mi mochila, así fue como todos deprisa salían del salón, yo salí con mi mejor amiga en ese tiempo, las dos agarradas de la mano sin importarnos lo que pensaran los demás alumnos, en eso recordé que se olvidaba algo, el sweater, estaba tirado junto a la banca en la que me sentaba, con la prisa y calor se me olvido recogerlo.
» Oye Fer que crees, se me olvido mi sweater en el salón. « Le dije a mi amiga
» No manches, pinche tonta, pues corre le por el, haber si no alguien ya lo tomo «
» Si alguien lo tomo que bueno por que esta horrendo y no me gusta. Me esperas? Voy a buscarlo«
A ella ya la estaba esperando su papá en su automóvil y nos tuvimos que despedir.
Llegue al salón, en este aun estaba el maestro terminando de recoger sus cosas.
»Maestro puedo pasar« le pregunte y el asintió con la mirada
» Lo que pasa es que se me olvido mi sweater y quiero ver si aun esta«
Avance entre la fila de bancas desordenadas y me dirigí a mi lugar que estaba ubicado casi enfrente del escritorio del maestro, el cual note que me miraba de pies a cabeza desde el momento en el que entre, siempre solía hacerlo, y no solo a mi, si no a todas las niñas nos desnudaba con la mirada y cuando tenia alguna ocasión nos rozaba su pene por alguna parte de nuestro cuerpo. A mi no me molestaba que me mirara y a decir verdad eso me ponía cachonda a pesar que solo tenia 14 años, pero si me ponía nerviosa cuando se paraba detrás de mi y en una ocasión sentí como puso una de sus manos en mi trasero. Esta vez solo me veía y yo al encontrar mi sweater tirado me empine para recogerlo y diciéndole con una voz de niña buena
» Ya lo encontré maestro «
Dejando a su vista todo mi trasero para que lo saboreara, lo mirara e imaginara las cosas que podría hacer con el y como someter a esta niña que estaba deseosa de tener un hombre dentro de ella, me puse aun mas cachonda de lo que estaba con solo pensar en eso, volteé y sonreí al maestro que se agarraba la polla por debajo del escritorio, le agradecí y me retire con una sonrisa picara, mi mama seguramente ya me estaba esperando afuera de la escuela.
Efectivamente mi madre ya me estaba esperando y es que íbamos a ir a comer con mi papá como lo hacíamos por lo regular cada semana, mi mama ese día especialmente se veía hermosa, traía puesto un vestido informal para día, este era de pollera no tan larga, pero tampoco minifalda, con strapless. Mi mama en ese entonces tenia 31 anos ya que me tuvo a los 17, es delgada, de cabello largo y rosto fino, caderas grandes y cintura angosta, con un lindo trasero y muy buenas tetas.
En esta ocasión mi mama no traía el automóvil ya que días antes había tenido un accidente y estaba en la aseguradora, así que tuvimos que esperar un taxi, pero a esa hora no encontrábamos uno vacío y tuvimos que utilizar el metro de la ciudad, y así fue como nos dirigimos a el mas cercano, en ese entonces era el metro la 18 de marzo, ahora entiendo que es uno de los mas transitados en la Cd de México por que colinda con otra línea.
Entramos a el, en el anden no había mucha gente y pudimos ingresar al tren sin ninguna dificultad, aunque no había lugares para que nos pudiéramos sentar mi mama y yo, así que nos fuimos en la parte de en medio pegadas en la puerta, eran bastantes estaciones y el calor dentro se sentía aun peor que afuera, ya que al tren no le funcionaban los ventiladores.
Iba callada ese día mi mama me hacia la platica pero eran cortas mis respuestas, aun estaba pensando en como se me quedaba viendo el viejo maestro y como lo había puesto, el solo pensar en eso se me erizaba la piel y me sentía cachonda, cuando en eso al llegar a la segunda estación llamada La Raza se escuchaba mucho ruido y muchos gritos, yo no sabia que era y todos nos quedamos intrigados cuando el tren se quedo detenido antes de llegar a la estación, después de un par de minutos arribo al anden y pudimos ver de donde provenía tal escándalo, eran seudoestudiantes o “porros” como les dicen aquí en México, me dio mucho miedo oírlos gritar echando porras, eran muchos la mayoría eran jóvenes de 17 mas o menos, aunque había uno que otro mayor de 25 años, pero todos con la misma playera tipo jersey de fútbol americano, también había muchas chicas que de igual manera gritaban como los demás.
Mi mama me dijo que me calmara, que nos íbamos a bajar del metro aunque nos faltaban todavía bastantes estaciones y al momento de abrir las puertas fue imposible descender por que todos los porros entraron y no dejaron bajar a nadie, empezaron a gritar, el metro cerro las puestas y empezó su andar.
A algunas personas les estaban quitando sus pertenencias, otros solamente echaban porras, nosotras nos quedamos donde estábamos anteriormente, yo estaba pegada a la puerta y mi mama estaba frente a mi, tratando de tranquilizarme, pero la veía algo rara.
Había varios tipos rodeándonos y a mi mama le estaban tocando las nalgas por encima del vestido. Le metieron la mano por debajo y empezaron a manosearla con más enjundia, yo los oí decir:
» Mira a esta puta que nos encontramos, esta bien sabrosa«
Otro dijo:
» Y viene con una nena que no esta nada mal«
Mi mama también oyó decir eso y les dijo que a mi no me hicieran nada, que era solo una niña.
Yo estaba muy asustada de ver como a mi mama le metían mano por todos lados, le agarraban los pechos, uno se los saco del vestido y le pellizcaba los pezones, no grite por que ella me dijo que no lo hiciera. Su vestido estaba a la altura de su cintura y sus pantaletas estaban destrozadas en el suelo ya que se las habían arrancado. Dos empezaron a mamarle las tetas mientras uno de cada lado, mientras otro mas le acariciaba la vagina por detrás de ella y nalguearla una y otra vez, llego un momento en el que comprendí que mi mama lo estaba disfrutando, por que oí que gimió de placer, yo había visto películas porno, pero esto era mejor, me empecé a calentar y quería que a mi también me manosearan pero que iba a pensar mi mama.
Ella tenia las dos pollas de los tipos que le mamaban las tetas y los estaba pajeando a ambos, yo nunca había visto una de a verdad, eran de buen tamaño, en ese momento quería mamárselas como lo había visto en las películas, lo único que pude hacer es tocarme debajo de la falda, mi mama estaba muy ocupada que no se daba cuenta además no era la primera vez que lo hacia. De repente oí un gemido mas grande, el tipo se la había metido de un solo jalón y la estaba penetrando rápidamente mientras ella seguía masturbando a los otros dos.
El tren no se detenía en ninguna estación, se escuchaban los cánticos y a mi mama le decían que era una puta, que estaba bien sabrosa, que nunca habían cogido con una perra tan rica como ella, tanto a mi mama como a mi creo que nos calentó eso. Uno de los que pajeaba mi mama se corrió en su mano mientras le seguía mamando las tetas, de repente vi que la voltearon de frente del que se la estaba cogiendo, el otro chico al que estaba masturbando se puso detrás de ella, le levanto una pierna y poco a poco le metió la verga por que culo, yo no me había dado cuenta pero se había dilatado metiendo los dedos mientras le mamaba las tetas, mi mama grito de placer, el grito se perdió entre los demás, estaba como loba, ya había tenido un orgasmo y le estaban dando una doble penetración que disfrutaba mucho, gritaba pidiendo mas y mas, yo la desconocía nunca la había visto así, los porros se reían de ella.
El que la estaba cogiendo por la vagina le dijo:
» Me voy a venir en ti puta, igual te dejo preñada como la perra que eres, se ve que tu marido no te coge por que mira como gritas «
y así fue se vino en ella, la vagina se le empezó a inundar de semen, el otro guarro de atrás no tardo en correrse también dentro de mi mama, yo veía como le escurría la cosa blanca entre las piernas cuando la dejaron, ella temblaba de placer, tenia espasmos y las piernas no le respondían al 100%.
En ese momento otros dos tipos querían hacer lo mismo, pero el tren llego a una estación que no supe cual era y todos empezaron a bajarse, un chavo alcanzo a jalarle una teta a mi mama y ella grito de placer, otro alcanzo a darle una nalgada en su trasero que ya estaba bastante rojo. Ella se subió rápidamente el vestido para que los demás pasajeros no vieran su estado y con una voz cortante me pregunto que si estaba bien, yo le dije que si.
En la siguiente estación nos bajamos rápidamente, mi mama aun iba temblorosa y callada, salimos de la estación del metro rápidamente. Tomamos un taxi y este nos dirigió al restaurante en que íbamos a comer, mi mama me dijo que no comentara nada de lo que había ocurrido ese día.
Espero que les haya gustado este primer relato, escribiré muchas otras anécdotas más, por favor comenten, espero sus críticas.